Las cinco pequeñas casas de caña que se han pretendido construir fueron identificadas en la ciudadela Briones, San Gregorio (La Piñonada), Picoazá, parte alta de Andrés de Vera y en la ciudadela El Progreso, explicó Flores.

“Cuando detectamos el tema, la dejan abandonada y nosotros procedemos con nuestra cuadrilla de desmontaje a realizar lo pertinente”, indicó.

Flores solicitó a las personas que no construyan sus viviendas en las zonas de riesgo, pues de acuerdo a la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, Uso y Gestión del Suelo (LOOTUGS) aprobada por el Gobierno en el 2016, “obliga a controlar permanentemente ese tipo de construcciones”, refirió.

 

En peligro. Quienes viven en la ciudadela Briones conocen que no deben construir en las zonas altas, pues en el invierno pasado se produjeron deslizamientos.

María Loor vive en este sector y mencionó que incluso en cualquier momento podría ser evacuada. “Todo esto es una zona de riesgo”, reconoció.

Ella mira las colinas con los escombros que quedaron tras el derrocamiento de las 122 viviendas que se hizo el mes pasado, pues las casas fueron afectadas por los deslizamientos durante el invierno del año pasado.

“Había postes y lámparas que también las sacaron”, se lamentó la mujer, pues dijo que ahora las calles del sector en las noches quedaron a oscuras. Ella solicitó que se coloquen de nuevo las lámparas, debido a 

que el lugar se torna peligroso.

Jéssica Cevallos también vive en esta ciudadela y dijo no comprender el por qué sacaron las luminarias, pues ahora están en “tieneblas” en las noches.