Es increíble la falta de control y desconocimiento mínimo de las señales de tránsito, de nuestro deber como peatones, como transeúntes en las calles de la ciudad; de la falta de respeto de la gente que anda en media calle sin control, los triciclos que se paran donde les da la gana. 

Un caos total llenando de ansiedad y angustia a las personas que queremos pasear por nuestra ciudad.

Entiendo que por toda esta llamada reconstrucción existan todas estas dificultades, pero creo que por el bienestar, la tranquilidad y, lo más importante, la salud de las personas, se debe tomar cartas en el asunto. 

La organización y planificación de todas estas obras deben realizarse bajo todos los estudios técnicos,  pero también sociales, pensando en la ciudadanía calcetense.

 

Gina Soraya Bravo Ormaza

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