Quedarían el distribuidor de tránsito de la avenida de la Cultura y Circunvalación II, sin faltar quien cree que debe escogerse el redondel cercano al aeropuerto, donde existe una silla manteña  perdida en el espacio. Hace bastante tiempo, por este medio, fue sugerido el cambio de lugar hacia un costado del malecón, al lado del conjunto escultórico de la familia de pescadores, mientras la escultura metálica inspirada en la silla ceremonial debería ir al redondel.

Aunque la inmensa mayoría de conductores de vehículos despotrica a diario contra la lentitud con que se han regenerado la calle 13 y la vía a Barbasquillo, los resultados son agradables para quienes ven en este tipo de obras no solo un cambio de imagen, sino nuevos espacios de recreación para los caminantes, que deben ir en aumento. Sin embargo, expertos en urbanismo opinan que la vía a Barbasquillo carece de árboles que den sombra y purifiquen el ambiente y, en verdad, los  mantenses notan que ha habido descoordinación en las etapas de construcción de ambos sectores, pues los trabajos debieron ser entregados junto con el cableado, sin éste toda obra es un mero adecentamiento, mas no un trabajo de regeneración.

Es urgente que el municipio considere varias cuadras de regeneración de los sectores más visibles y visitados de Manta, en ellos va en primer lugar las inmediaciones del puerto y del Mall del Pacífico, donde hay portales y veredas intransitables para el peatón. Esta regeneración solamente debe ser de cemento y con pequeños arbustos,  no se exigen  adoquines que posteriormente serán difíciles de mantener. 

Las veredas y portales no están pavimentados en algunas zonas, o están a  distintos niveles,  lo que obliga al peatón a caminar por la calzada, bajo riesgo de que choferes inconscientes viren la esquina a toda velocidad. Este irrespeto, con una ley de tránsito más severa  -como la merecemos-  debería ser tipificado como intento de homicidio.

Para completar una primera fase, los tótems que están en el redondel  de la Calle 12 cercano a la universidad, deberían pasar a la Ruta del Spondylus, alternándose uno por cada dos o tres árboles, así serán mejor apreciados que amontonados en un solo espacio. En esa ruta, creada para potenciar los atractivos del perfil costero, los tótems prehispánicos cobrarían sentido.

Cabe reproducir la recomendación de elaborar un deck o  caminera de madera, junto al malecón, en la zona céntrica, consejo dado por  el  exmiembro del  Fondo de Salvamento de Quito, Raúl Moreira, quien asesoró al alcalde Jorge Zambrano en periodo anterior. Allí podría ir el monumento al Atún, sugirió el reconocido arquitecto.