A criterio del ministro,  esos aeropuertos disponen de facilidades en materia de migración, aduana, de servicios fitosanitarios y los trámites son expeditos para la obtención de permisos de operación y certificación de las aerolíneas.

Sin embargo, para usuarios como Gandhi Dávila, que utiliza con frecuencia la terminal aérea de Manta, las instalaciones de ese aeropuerto no reúnen las mejores condiciones para los viajeros.

Criticó el uso de carpas en las instalaciones de la terminal y el transporte del equipaje desde el avión hasta el lugar donde se debe retirarlo.

El ministro defendió que con “Cielos Abiertos” se producirá mayor número de vuelos hacia y desde Ecuador, lo que aumentará la demanda de servicios de transporte aéreo.

El siguiente paso para implementar la medida es que Cancillería realice negociaciones de convenios entre Estados.

“Estamos haciendo la promoción de este decreto a través de nuestras embajadas y misiones diplomáticas alrededor del mundo”, señaló la canciller María Fernanda Espinosa.

Esos aeropuertos, según Carlos Álvarez, titular de la Dirección de Aviación Civil (DAC), están en capacidad de recibir aviones con 380 pasajeros y aeronaves que puedan transportar hasta 450 toneladas métricas de carga una vez que se firmen los acuerdos.

Inversión. A criterio del Ministerio de Relaciones Exteriores, la política de cielos abiertos implicará la llegada de nuevas inversiones y beneficiará directamente a los consumidores, que verán ampliada la oferta de vuelos en número y en destinos, además de obtener una disminución en el valor de los pasajes, añadió esa cartera de Estado.

Y agregó que cielos abiertos supondrá un descenso de los costos de flete para la carga de importación y exportación. 

El Ministerio de Turismo prevé que la política contribuya a la consecución de la denominada meta “1×1”,que consiste en que llegue a Ecuador un turista extranjero por cada habitante que del país, informó esa cartera de Estado.