Actualizado hace: 938 días 1 hora 52 minutos
Quevedo
Hubo más cocaína

Más de 800 personas entre hombres y mujeres permanecen recluidos en el Centro de Rehabilitación Social de Quevedo.

Lunes 01 Enero 2018 | 11:00

 Asesinato, robo, asalto, tráfico de drogas, estafas, son algunas de las causas por las que los privados de libertad permanecen tras las rejas. 

Las riñas, desórdenes e intentos de asesinato son los principales incidentes violentos que ocurren en los centros carcelarios, motivados por diferencias personales: estrés, extorsión, por estar bajo el efecto de estupefacientes o por la venta y compra de drogas. 
Decomiso. Según registros de la Policía de enero a diciembre del 2016 se realizaron 45 operativos, mientras  que de enero a mediados de noviembre del 2017 se hicieron 31 requisas en la cárcel de Quevedo.
Durante esas jornadas se logró decomisar 415 gramos de marihuana y 577 de cocaína, además de 688 cajas de cigarrillos, 40 teléfonos celulares, tijeras, cortauñas, pipas, cargadores de teléfonos, entre otros objetos. En tanto que en el 2016 los agentes incautaron 689 gramos de marihuana y 327 gramos de cocaína.
Para la Policía es indescifrable la forma cómo los privados de libertad reciben objetos prohibidos. 
“Se han encontrado teléfonos a familiares de los presos cuando tratan de ingresarlos en sus partes íntimas”, dijo Males.  
La Policía brinda apoyo al Ministerio de Justicia realizando controles y requisas de manera semanal.
Nelson Males, responsable del área operativa de la Policía en el distrito Quevedo-Mocache, indicó que los operativos que se realizaron el 2017 se decomisó de objetos punzantes, armas de fuego y droga.
Según el oficial, entre los objetos más utilizados por los internos fueron los teléfonos celulares, navajas, cinturones, palos, puntas, tablas, objetos contundentes, cuerdas, tijeras, clavos, latas, pedazos de vidrio, sartenes y platos, todos estos enseres son decomisados durante las requisas, debido a que pueden ser de alto riesgo en una riña, señaló Males. Los controles fueron sorpresivos y se efectuaron en todos los pabellones, en ocasiones algunos fueron puntuales cuando tuvieron información sobre la existencia de drogas o algún arma, sean punzante (cuchillo, navajas) o de fuego.
“El fin de las requisas es garantizar la seguridad de las personas privadas de la libertad, por eso se efectúan de forma permanente y siempre respetando sus derechos”, dijo Males. 
El número de uniformados que acuden al control en un centro de rehabilitación varía; sin embargo,  todos van en busca de teléfonos, armas cortantes y de fuego, droga y otros ilícitos. 
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