Lorenzo Villanueva, comerciante de la bahía de la calle June Guzmán y Octava dice que cerró el año con buenas ventas. 

Él ofrecía pantalones desde 18 dólares y blusas de 15 dólares, su puesto está copado de personas que buscaban lo barato. 

“Hoy (ayer) hasta la mañana llevó atendiendo más de 400 personas”, informó el vendedor. 

Daniela Donoso fue una de sus clientas y  recalcó que aprovechó las rebajas para no recorrer por las calles de Quevedo que están a full. 

“No se puede ni caminar de tanta gente que están realizando las últimas compras para celebrar el nuevo año. En las aceras de la avenida June Guzmán, calle 7 de Octubre y Bolívar los peatones se tropezaban con la cantidad de personas que realizaban las compras al apuro. Se escuchaban las bocinas de los vehículos que transitaban lento por el exceso de carros.

Cecilia Montes, dueña de una panificadora, aseguró que durante el fin de semana recibió 90 piernas de chancho para hornear.

Ventas.  En Babahoyo los locales de ropa, eran los más visitados por los ciudadanos que llegan con familias enteras a conseguir una prenda de vestir para despedir el año viejo. 

En el centro de la ciudad la afluencia de personas fue excesiva, habitantes caminaban apresurados realizando las últimas compras del 2017.

En triciclo los comerciantes ofrecían la libra de uva verde a 3.50 dólares. 

“La tradición de Fin de Año es comer las doce uvas a las 00h00 y pedir los mejores deseos para el año nuevo, además utilizamos prendas amarillas”, confesó Roxana Vera, mientras compró cuatro libras de uva. 

El mismo movimiento se produjo en cantones con mucha dinámica comercial como Ventanas, Vinces, Puebloviejo, Mocache, Valencia, Buena Fe, Urdaneta, Baba y Quinsaloma.

Ciudades en las que los taxistas, vendedores de juegos pirotécnicos, muñecos y ropa tuvieron gran demanda de servicios y productos.