El nombre de dicha comunidad trascendió hace diez años cuando uno de sus hijos, de nombres Gema Vélez Celorio, dijo haberse encontrado con un anciano de ojos azules que no solo le curó ciertas dolencias, sino que le dio la facultad de aliviar a las personas por medio de la oración.
La presencia de una curadora, a quien el clamor popular la ubicó como una santa, se salió de la fronteras locales y los medios informativos destinaron páginas enteras para relatar el fenómeno. Fue así, que poco a poco, creyentes de todas partes del país y hasta del extranjero, se dieron cita a Tres Charcos para visitar a “Gemita” y supuestamente alcanzar su bendición expulsadora de dolor y de enfermedades.
Vigente. Goretty Vélez, presidenta de la comuna del Seguro Campesino y tía de Gema, dijo que la entidad agrupa a 86 familias, quienes en su mayoría se dedican a la agricultura.
Aseguró que la comunidad no ha cambiado mucho en la última década, pero ella sigue brindando sus servicios curativos, y que ahora son pocas las personas que la buscan.
“Antes había demasiados curiosos, había muchos incrédulos, pero ahora de la misma comunidad ya creen y vienen”, citó.
Sobre su sobrina, añadió, tiene 27 años de edad y se hizo de compromiso. Incluso tiene un hijo de tres años.
Doña Goretty sostuvo que Gema es corta de palabras y que no le gusta el trato con la prensa.
“En los feriados bastantes personas la visitan. Ella no cobra ni tampoco dice cuánto tienen que pagar ni exige nada”, resaltó.
Y sobre la forma de sanar, declaró, hace acostar al paciente y cura por medio del espíritu. Pregunta qué tiene y les dice lo que tienen que hacer.
Abusos. Goretty Vélez recuerda que hace diez años se cometieron una serie de situaciones negativas que afectaron la imagen de Gema y su familia, por ejemplo en la comunidad se inventaron tickets para vender como turno.
“Mucha gente de afuera y de Tres Charcos se hizo pasar por familia”, aseguró.
La dirigente recalcó que personas exhibían rosarios supuestamente bendecidos por “Gemita” y los vendían, “algo que no era cierto”.
Fue en una misa campal, contó, se produjo la muerte de una persona, quien fue aplastada por la multitud que pretendía llegar hasta la “santa”.
Los esfuerzos fueron en vano, ya que se formó una estampida mortal y por ende la asfixia de la turista oriunda de la provincia de Los Ríos.
Quieto. En San Miguel de los Tres Charcos se vive en armonía.
Mario Vélez, quien habita junto al parque, expresó que en las mañanas la comunidad es como un “pueblo fantasma”, pero luego del mediodía cuando los niños vuelven de la escuela y sus padres de las faenas agrícolas, entonces cambia.
“Los sábados son más movidos porque se ve a niños jugando en el parque y los adultos transitan hacia la ciudad para proveerse de alimentos”, citó Vélez.
En lo personal argumentó, le gustaría ver un parque con juegos infantiles y espacios para los mayores, “algo que le de vida al sector”, agregó. En cuanto al agua la reciben por medio de tubería.
> mejoras. Tito García, comerciante independiente, por su parte resaltó que hace diez años la vía principal era solo de lastre, pero luego el Gobierno Provincial la intervino y asfaltó; aun así no cuentan con una línea de buses que realice el recorrido por el recinto.
Dioffre Muñoz, habitante de Tres Charcos, lamentó que muchas veces los conductores que prestan servicios son sancionados por parar y llevar personas en el balde.