Las uvas, la carne de chancho, pollo, pavo, interiores amarillos, licor, monigotes, juegos pirotécnicos y ropa es lo que más buscaban los compradores.

Norma Martínez, de la panificadora Los Bosques, asegura que los pedidos para hornear piernas de chancho o pavos llegan con dos o tres días de anticipación.

Hoy espera entregar unos 50 pedidos. Antes del terremoto del 16A ella tenía hasta más de 100 pedidos.

“Ahora el negocio se he reducido”, asegura.

Donde sí han superado las expectativas es en la licorería Nilton Díaz.

Ahí las ventas aumentaron un 300% en comparación con el año pasado. 

Nilton Díaz, propietario, asegura que logró esta aceptación por las diferentes estrategias de marketing que han implementado.

El incremento en el sector licorero se da en todo el país por la eliminación de las salvaguardias a las bebidas alcohólicas.

En los negocios de ropa con promociones se busca atraer clientes.

Aunque para Navidad hubo más demanda.

Las uvas y calzones amarillos tienen gran demanda desde el jueves pasado, pues son productos muy usados en las cábalas que se hacen para tener un 2018 exitoso.

Reclamo. En Picoazá no se evidenció mucho movimiento comercial ayer. 

Los comerciantes advierten que fue por el cierre de la calle Eloy Alfaro.

“Yo pienso que nos hicieron un daño cerrando esta vía, antes las personas pasaban por aquí con sus vehículos. Para estas fechas ya habíamos vendido cerca de 300 dólares, ahora no llegamos ni a $50”, asegura Carlos Posligua, comerciante de ropa.

Monigotes. Los artesanos ofrecen ‘muñecos’ desde 10 hasta 150 dólares. Joel Chóez y Adonis Cobeña ya tienen pocos, dicen.

Liseth Álava en cambio no logra vender los de ella, pues cuestan hasta $150.

En la “Naviferia” los juegos pirotécnicos también tienen buena demanda.