Estos personajes se originaron a la luz de la fiesta del Corpus y tienen como característica especial no separarse en ningún momento de la Santa Custodia que va exponiendo el sacerdote. Luego ingresan al templo y hacen la reverencia al Santísimo Sacramento del Altar.

Luis Jiménez, presidente de la Junta Parroquial, indicó que con este proceso se intenta rescatar la cultura del pueblo de San Andrés, por lo que los danzantes para sus presentaciones tendrán los pingulleros autóctonos, a quienes a través de la junta se les dotó de los instrumentos musicales apropiados?, como son el pingullo y ?el ?bombo.

?Explicó que la formación de los pingulleros y danzantes se realiza a través de la escuela de danza que se creó en San Andrés. En las festividades de Corpus Christi, en junio del 2018, se presentarán con todos sus elementos, lo que será un paso más para la declaratoria como patrimonio.

“En las fiestas de Corpus esperamos que salgan danzantes de las 35 comunidades de la parroquia, porque todos estamos empeñados en que se reviva lo que nuestros antepasados tenían como parte de nuestras celebraciones”, dijo a diario El Universo.

Jiménez puntualizó que un factor importante para el proceso de reconocimiento como patrimonio es que la Escuela de Danza de San Andrés está integrada por jóvenes y niños interesados en rescatar la cultura que se estaba perdiendo.

Lourdes Toapanta, quien hace el personaje de los saumeriantes, dijo que todos los que intervienen en los danzantes se sienten orgullosos de rescatar lo que hace años ha sido parte de la cultura de San Andrés. Por ello esperan que continúe el proceso para la declaratoria.

 

Integrantes.  Ricardo Tixe, de 12 años de edad; Daniel Toapanta, de 11; Elvis Guano, de 11; y Paúl Ramírez, de 11, forman parte de los danzantes de la Escuela de Danza de San Andrés.

Tobías Tixe, padre de familia de uno de los chicos que participan en esta manifestación, comentó que todos apoyan para que los danzantes de San Andrés vuelvan a formar parte de las fiestas del Corpus. 

 

Reseña. El obispo de la Diócesis de Ambato, monseñor Geovanny Pazmiño, recordó que los danzantes nacieron a la luz del Corpus y que la Iglesia trata de fundamentarlo con evangelización por las asambleas cristianas en las comunidades, en las que se reflexiona la palabra de Dios, para motivar a vivir la Eucaristía como el centro de la vida. Anotó que es importante recuperar tanto la parte cultural ancestral como la religiosa. Rafael Camino, director del Ballet Folclórico Nacional del Ecuador Jacchigua, afirmó que en San Andrés están los mejores danzantes de los Andes del país. “El objetivo es que el pueblo de San Andrés valore lo que tiene”, dijo.