La novela de Padura - “El hombre que amaba los perros”, relata los detalles históricos y como Mercader (enviado por Stalin) entró en la casa de Trotzki ganando su confianza, así obtuvo la oportunidad para exterminarlo. Mercader fue un tipo de buenos modales y con buen aspecto varonil que le permitió enamorar a la secretaria feita de Trotzki, la cual le posibilitó meterse en las filas de los que visitaban al político ruso. Me contaron que algo muyyyyy parecido sucedió en Ecuador -un centroamericano con buenos modales y cierta pintita logró enamorar (enviado por una empresa) a una política ecuatoriana que incluso era mayorcita, sin muchos premios femeninos, flaquita y desabrida -pero que le permitió entrar en el círculo de poder de un gobierno ecuatoriano- incluso llegó a sentarse al lado derecho del presidente y cuando lo tuvo cerca le metió el hachazo, acabando con todo lo que el presidente representaba, lo asesinó históricamente quedando como un traidor. La empresa lo defendió y colorín colorado este cuento no se ha acabado.... Eduardo Kaviedes [email protected]