Bravo se convirtió en el noveno jugador de Portoviejo en lograr esta distinción en los 24 campeonatos que se han jugado desde 1994.

Sus padres son Simón Bravo y Gisella Cedeño, y sus hermanos son Michelle, que es cinturón amarillo de taekwondo y Andy, el menor, también practica fútbol. Simón, el padre, está orgulloso de sus hijos deportistas. “Yo también jugué fútbol y sigue siendo mi deporte favorito”, dice el progenitor del mejor jugador del 2017 de Copa El Diario-FDM.

¿Quieres jugar profesionalmente? 

Ese es el sueño de todo joven, y en mi caso ese es el objetivo. Me gusta mucho Independiente del Valle, porque le da oportunidades a los jóvenes.

 

¿Qué significa para ti ser elegido mejor jugador? 

Lo recibí con mucha alegría porque es el fruto del trabajo que uno cumple como jugador. Sé que hubo muchos candidatos que también lo merecieron, pero esta vez me tocó a mí y se lo agradezco a los organizadores.

 

¿A quién le dedicaste el hat trick marcado a Chone?

A mis padres, que estaban en la tribuna, ellos me dan todo el apoyo.

 

¿Cómo llegaste a la selección?

Unos amigos me contaron que habían convocado a jugadores sub-14 para probarse, y bueno, el profesor Freddy Bravo me convocó y jugué todos los partidos.

 

¿Seguirás el proceso?

Sí, estamos convocados para continuar formando parte de la selección de Portoviejo.

 

¿A qué jugadores admiras? 

Entre los nacionales a Junior Sornoza y a nivel internacional, al argentino  Lionel Messi. 

 

¿Dónde estudias? 

En el colegio Luis Dueñas Vera del sitio Mejía (Portoviejo), donde vivo junto a mis padres y mis dos hermanos, estoy en tercer curso.

 

¿Qué haces en tu tiempo libre? 

Ayudo a mi padre, trabaja en ebanistería, también colaboro con los quehaceres domésticos en casa.