Indica que el sector privado ha sido de gran ayuda para volver a levantarse.

Ha sido bastante lenta, por falta de financiamiento de la banca pública, por ejemplo. Hubo un gran esfuerzo privado del sector. Sí se está reactivando. En Portoviejo ya hay donde hospedarse. Pedernales también está reactivándose, así como Bahía. A pesar de que hubo sismos que han asustado, sí ha habido un esfuerzo.

Por supuesto. He conocido de financiamiento de bancos privados que han ayudado. La banca pública pone muchas trabas, han dado créditos pequeños con menos garantía, pero muchos querían créditos hipotecarios más grandes para poder arreglar sus hoteles.

El sector turístico ha sido el más afectado. En Portoviejo, si bien es cierto, se perdió la zona comercial, pero es fácil que los vendedores se trasladen a otro sitio, en cambio un hotel no se lo traslada. A los cantones que más les ha costado son Manta y Pedernales; casi todo el sector se dañó, en Tarqui donde había muchos hoteles.

La prensa hace mucho escándalo por sismos que sí asustan, pero hay que aprender a vivir con ello. Mucha gente cancela su visita por ese temor. 

Inicialmente tras el terremoto hicimos muchas gestiones con la banca, dimos listas de personas que querían acceder a un crédito, muchos pudieron. Pedimos que la central de riesgo no se considere a la hora de un crédito, pero eso no se pudo lograr.

Ahora se le pide al Ministerio de Turismo mucha propaganda. Hacer conocer que el sector está bien; que las zonas están listas para turistas. Manabí no es solo playas, hay gastronomía, zonas rurales. Mucha promoción de nuestra provincia eso es lo que se está pidiendo.