La dejaron en un mercado en la calle junto a una carta: “Debido a la pobreza y a otros problemas no nos queda más opción que abandonar a nuestra niña. Si tienes alguna simpatía por nosotros, los padres, por favor encuéntranos en el Puente Roto de Hangzhou en 10 o 20 años”.
Dicho papel le fue entregado a Ken y Ruth Pohler, una pareja que adoptó a la bebé y la nombró Kati, para luego llevarla consigo a Estados Unidos.
Desde el 2004, Lida y Feixiang iban cada año al puente con la esperanza de volver a ver a su segunda hija, pero no pasaba. Hasta este 2017, cuando Kati viajó a China para conocer a sus padres biológicos.
“El amor fue casi abrumador porque sé que mis padres adoptivos me aman y tengo todo ese otro amor que no sabía que existía y que siempre estuvo allí”, mencionó la joven de 20 años en diálogo con BBC Mundo.