Emma es el nombre de la niña que fue concebida en Tennessee, Estados Unidos, desde un embrión almacenado en octubre de 1992, un año y medio después de que naciera su madre, Tina Gibson. “Este embrión y yo podríamos haber sido grandes amigas”, comentó Gibson, quien señaló a la cadena CNN que ella “simplemente quería un bebé” y que le “daba igual si era o no un récord mundial”.
La madre incidió en que estaba muy “agradecida” y calificó a su hija, que pesó algo más de tres kilos y midió 50 centímetros de altura, como un “precioso regalo de Navidad” nacido el 25 de noviembre.