El no escuchar, no ha sido un obstáculo para Gabriel Mendoza
Pegándoles a las bandejas y las ollas de metal fuertemente al lado de su oído era una de las maneras desesperadas de sus padres para que Gabriel tuviera una reacción.
Rápidamente se dieron cuenta de que algo no estaba bien.
José Gabriel Mendoza Intriago nació con hipoacusia bilateral profunda severa, que significa una sordera de los oídos.
En porcentaje, su discapacidad es de 40%, sin embargo eso no ha sido ningún impedimento para tener una vida normal.
Hasta los doce años este joven estuvo recibiendo clases de terapia del lenguaje, donde aprendió a leer los labios. En esa misma edad se le realizó en Quito una cirugía en su nervio coclear, donde recuperó el sentido. Además tiene instalado en su cerebro un oído biónico.