Hoy, 4 años y 7 meses después de asumir, da cifras: dice que cogió el municipio con 1.122 empleados, de los cuales fijos eran 1.067, ocasionales 39 y profesionales 16. A este año hay 807 fijos (200 menos), 302 ocasionales (263 más) y 24 profesionales (8 más), que dan un total de 1.133 empleados, lo que significa que no ha disminuido el personal. 

“Subieron 11, sí, pero entre los que salieron había 181 jubilados que no necesariamente el puesto dejaba de requerirse”, añade. Y sostiene que “no podemos de la noche a la mañana decir bajo 200 o 300 empleados porque la cobertura o la calidad del servicio disminuye”, recalca.

¿Entonces, no va a empezar reducción de personal?, se le preguntó y señala que ha pedido “entre 75 y 100 personas menos” para el 2018, todos contratados, y van haber algunas jubilaciones, pero pocas, asegura.

El alcalde indica que antes de reducir el personal había que cumplir fases. La primera de quiebre, que significaba poner orden, recuperar la confianza y levantar la autoestima del ciudadano. Luego contrataron estudios para la segunda fase, a la que denomina “de levante”, que eran las obras de La Rotonda, el mercado, que se dificultaron por el terremoto. Esa segunda fase corre hasta el 2018.

En el 2019 se cumplirá la tercera fase, de consolidación, que no es otra cosa que el GAD sea viable financieramente, darle sostenibilidad. Casanova recalcó que el plan de gobierno fue siempre hasta el 2035.

Recordó que de los 30 millones que el municipio solicitó al Banco del Estado para disminuir personal, solo llegaron 7 millones. “Después hicimos una auditoría que determinó que el número de empleados actual es el adecuado porque cuando iniciamos el municipio manejaba 78 procesos, hoy administra 129 procesos por las competencias que asumió, de esos, 34 están sistematizados con atención al público en la web y aproximadamente 30 internos también están sistematizados”.

En la visión del alcalde  para gasto corriente se destina el 7,96% (5’948.000 dólares) del presupuesto de este año, que es de 74,6 millones de dólares. En esa cifra no se incluye el personal de aseo e higiene, de seguridad y de otras áreas operativas que están consideradas como inversión, según Casanova y que equivalen al 27% del presupuesto, señala.

Burocracia. A Ignacio Navia le sorprenden estas cifras porque, dice, todo el mundo estaba pensando que la burocracia había aumentado y resulta que son solamente 11. “No entiendo por qué estas cifras si el gasto corriente continúa alto, dónde está el dinero”, dice.

Navia agrega que “finalmente decimos que no ha aumentado tanto, pero tampoco ha reducido. Ahora, la pregunta final es si no está sobre dimensionado el personal, si es eficiente esa cantidad de personas para un cantón de 300.000 habitantes con las competencias que tiene, si son eficientes esas competencias”.

Enrique Villavicencio observa que  hay que considerar que al inicio de la administración hubo un número importante de personal que salió, lo que en la práctica significa que si hoy hay un número igual o mayor de servidores, eso representa que esos puestos se volvieron a cubrir. Eso no es muy meritorio si se habla de eficiencia, aunque se los vuelva a cubrir con otra modalidad de contratación, dice.

Ignacio Navia agrega  que hay que recordar que se crearon nuevas empresas con nueva burocracia, “se incrementó la burocracia con las competencias que asumió como administrador; eso no está en el análisis de las cifras porque finalmente esas empresas representan gastos al municipio”.

Las cifras entregadas no incluyen la Registraduría de la Propiedad, Bomberos y empresas Municipales como Portoaguas, Portovial, etc.  El alcalde no tenía a mano esos detalles en el momento del diálogo con El Diario, pero aceptó que personal como el de Portovivienda, que no genera excedentes, sigue siendo pagado por el municipio.