Eso le sucedió a Katherine Zambrano, quien a unos 200 metros detrás del edificio a derrocar, se encontraba desde las 15h30 con su celular encendido. “Las palpitaciones comenzaron a acelerarse con el sonido de la primera alarma,  luego en la segunda me atacaron los nervios y solté el celular segundos antes de la implosión y no pude ni grabar”, sonrió Zambrano. 

Oswaldo Garcés, quien se encontraba en San Vicente por un trámite personal, contó que en la zona del mercado la gente se asustó con el sonido que venía desde Bahía de Caráquez.

Blass Mera, ciudadano local, manifestó que fue una cosa que llamó la atención hasta de turistas extranjeros.

Procedimiento. Jorge Muntasell, técnico de Tragsa y responsable de la implosión, señaló que todo fue un éxito, teniendo un cien por ciento de efectividad el proceso realizado y cumpliéndose con los cálculos ya previstos.

Tal como se había acordado, se colocó el material explosivo en los puntos estratégicos y la implosión duró menos de tres segundos -se calculan solo dos-, siendo el viento el encargado de llevarse el polvo hacia la bahía, dijo.  

Manuel Gilces, alcalde de Sucre, manifestó que se siguieron las disposiciones establecidas por Tragsa y todo resultó con éxito. 

Ahora el retiro de escombros se realizará de manera inmediata y se llevará hasta una zona de escombreras identificadas por el área de Medio Ambiente en la zona de Bellavista.

Para esta actividad se contó con la presencia de personal de rescate para evitar cualquier altercado.