Además atraviesan problemas de salud y su único deseo en esta Navidad es que le hagan una “casita nueva”, mencionó uno de ellos. 

Llegar hasta su morada es algo difícil, ya que los ancianos viven en lo alto de una loma y el acceso se lo hace en moto o caminando. 

Florentino Baque, el menor de los ancianos, con 80 años, indicó que su vivienda tiene la misma edad que él. Ambos hermanos cobran el bono de desarrollo humano y con eso se mantienen.

Pedido. Ellos son los únicos que quedan en su familia y aunque se les preguntó si tenían hijos o allegados, dijeron que vivían así desde hace 30 años, cuando su madre murió. 

Ellos recuerdan que eran cuatro hermanos, pero dos han muerto.

Su casa está ubicada en una pequeña finca y añadieron que siempre han sido jornaleros, pero no son afiliados al seguro campesino y los problemas de salud se están presentando más a menudo. 

La vivienda, construida de caña y madera, se cae a pedazos y piden a las autoridades que a través de alguna institución les construyan una villa de planta baja, ya que muchas veces se han caído por la escalera de madera, que está llena de polilla. 

Su única compañía son un perro y dos pollos que pasan bajo su hogar. 

Ellos manifestaron que en esta Navidad pasarán junto a unos vecinos, anhelando tener una “casita” donde vivir o cenar en las fiestas.