Luego de que los familiares denunciaran el caso, la Policía y diferentes entidades emprendieron la búsqueda de la niña.

El Ministerio del Interior detalló que a través de la Policía Nacional y la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), inició la búsqueda de la menor.

Según el ministerio, de inmediato se informó del caso a los puntos migratorios en aeropuertos y pasos fronterizos del país, así como a Interpol, para generar una alerta amarilla de notificación.

Por redes sociales, con carteles en las calles y preguntando de casa en casa la ciudadanía también quería aportar en la búsqueda.

CONFESÓ. Finalmente, mediante las investigaciones de la Policía la noche del lunes se pudo llegar hasta José N., alias “El Chino”, a quien se había identificado como el principal sospechoso de la desaparición de la niña.

Los medios de comunicación detallaron que al sospechoso se lo identificó porque aparece en las imágenes de una cámara de seguridad de un local comercial en el sector oriental de la calle Lourdes, a 400 metros de la escuela de la menor.

De acuerdo con las indagaciones, José N., quien era profesor de bailoterapia, habría contactado a la niña valiéndose de la relación de amistad con su familia y luego la habría llevado a una casa para encerrarla.

Los agentes indicaron que luego de su captura, el sospechoso habría confesado el crimen de la menor y el lugar donde había botado su cadáver. El cuerpo estaba incinerado.

Los restos de la desaparecida fueron hallados cerca de un riachuelo en la localidad de Catamayo.

La pequeña desapareció cuando salió de la escuela en Loja, e iba a tomar el bus hacia Catamayo.