Vera espera que el suelo continúe humedeciéndose para que los sembríos produzcan al 100 por ciento, dijo.

Mencionó que hay tiempos que desde enero comienza a llover, y eso retrasa esta actividad y la complica porque cuando las lluvias se atrasan son intensas, señaló, y eso afecta las plantaciones como el maíz, no así el arroz que necesita de mucha agua, expresó.

Inician. Manuel Catagua Párraga tiene varias cuadras de pepino, haba y fréjol cultivadas en la zona de San Andrés. 

Indicó que estas primeras lluvias son como una bendición para su cultivo, ya que sirve como abono para repeler la mosca blanca, que es una de las plagas que afectan estos cultivos. 

“Y a buena hora el agua lluvia ayuda a combatir de forma natural esta enfermedad”, señaló.

Destacó que cada dos días recolectan fréjol. Estima que si continúa lloviendo la producción se alargará, y “si la cosa sigue así, en un mes ya estaremos cogiendo pepino”, aseveró el productor.

El técnico Juan Pablo Dueñas mencionó que las primeras lluvias no solo alegran a quienes tienen cultivos de ciclo corto, sino también a los que han sembrado perennes como cítricos, cacao,  y arroz, ya  que revitalizan las plantas y además hay un ahorro en cuanto el regadío.

Afirmó que muchos acostumbran a utilizar agua de pozo para el riego, y estos en zonas como Boyacá y Eloy Alfaro estaban mermando su afluencia, lo que se recompone con las lluvias recientes, que no son fuertes pero sí humedecen el suelo.

“Comúnmente se dice que estas lluvias son las madura mangos, pero ayudan en verdad a quienes cultivan en todo el año”, explicó.

En otros cantones de Manabí, como Montecristi, Portoviejo y Manta, también cayeron lluvias continuas. Serían las primeras precipitaciones fuertes del mes.