Pakistán. El ataque suicida en una iglesia metodista de la ciudad paquistaní de Quetta, en el que murieron diez personas y 44 resultaron heridas ensombrece los preparativos navideños en un país de mayoría musulmana.
“Se estaba celebrando la misa cuando oímos disparos muy cerca. Estalló el pánico”, dijo Simon Bashir, sacerdote de la iglesia metodista Bethel Memorial, donde se encontraban en ese momento alrededor de 300 fieles.
El sacerdote explicó que cuatro insurgentes dispararon primero a un policía en la entrada del recinto donde se encuentra la iglesia, protegida por altos muros, y luego a un agente situado en la puerta del templo.