Paula Briseño, vecina, dijo que durante muchos años han venido luchando para que el dispensario reciba las respectivas mejoras. 

“Algunas veces hicimos mingas, también pagamos carros para traer los adoquines, pero todo el trabajo ha sido en vano, nos sentimos perjudicados”, señaló.

Briseño fue una de las personas que armó las comitivas para hacer el pedido de la obra. 

 

Se los roban. Otro de los problemas a los que están expuestos los moradores es la pérdida de los adoquines.  

Carlos Pizarro, lugareño, afirmó que cada vez hay menos adoquines y que es un tema al que le quieren poner fin.

“El problema se da especialmente en las noches cuando ya no hay quién los cuide. En algunas ocasiones hemos tenido problemas con las personas por este motivo”, señaló Pizarro.

Humberto Contento, habitante del recinto, manifestó que hace algún tiempo el Municipio de Santo Domingo mandó a retirar los adoquines, pero la población lo impidió. 

“Es una pena que las autoridades nos hayan donado algo que después no iba a servir. Los adoquines no se han puesto porque no tienen el tamaño que se requiere”, dijo.

El morador agregó que seguirán luchando para que la obra se haga realidad “porque es algo que necesitamos de urgencia”.