Eran las 08h00, cuando escuchó gritos en la calle y al asomarse pudo ver a un hombre corriendo con una cartera, dijo Arteaga.

La afectada fue una estudiante de enfermería a quien la amenazaron con un cuchillo para que entregara sus pertenencias. 

Arteaga al ver esto llamó a la Policía cuyos agentes llegaron y ayudaron a la mujer, pero no pudieron localizar al ladrón. 

A Jorge Chedrau, en cambio, le hicieron un hueco en la pared de su casa, ubicada en la avenida 109 entre calles 104 y 105, para robar. Contó que se le llevaron dos juegos de sanitario, bomba de agua, planta de luz, tanque elevado, entre otras pertenencias que ascienden a los 2 mil dólares. 

Chedrau  presentó  una denuncia en el Fiscalía y esta se suma a las 20 que reposan en esta dependecia por la misma causa y bajo la misma modalidad. 

Los ladrones buscan las viviendas que quedaron deshabitadas después del terremoto del 16 de abril de 2016. 

No obstante, también se han robado vehículos estacionados frente a las casas. 

Hace un mes, Julio Zambrano fue víctima de aquello. Su carro desapareció y horas después lo llamaron para extorsionarlo. 

Pagó 1.500 dólares para que le devolvieran el vehículo.

 

>la policía.  Agentes  de la Unidad de Policía Comunitaria Las Gaviotas manifestaron que ellos realizan los patrullajes programados para evitar que los robos sigan en aumento. Sin embargo, también se han encontrado con personas que no denuncian estos hechos. 

Orión Moreira, quien vive en la misma calle, sostiene que desde que los militares se fueron hay más inseguridad y por eso pide que se realicen más patrullajes en el sector. 

En la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) Las Gaviotas de Tarqui hay 23 policías que dan seguridad a esta parroquia. Ellos cuentan con dos carros patrulleros y una moto para realizar los recorridos por el sector. 

Sin embargo, creen que la falta de iluminación en el sector ayuda a que se cometan delitos.