La estructura se afectó con el terremoto del 16 de abril del 2016 y con el pasar del tiempo su deterioro ha ido creciendo. 

Johanna Medranda, moradora, aseguró que desde ese entonces el viaducto no ha recibido ninguna reparación. Al contrario, agregó ella, se continúa dañando a casi 20 meses de haber ocurrido la emergencia. 

Alexandra Lucas, habitante, explicó que la circulación vehicular también aceleró los daños. 

“Los carros pasaban rápido y eso debilitó más la estructura del puente, por esa razón lo cerramos, porque si se cae todos quedaremos incomunicados”, mencionó Lucas.    

El bloqueo del paso se ha hecho con piedras y palos. 

Liria Tejena, quien habita a un costado y bajo el nivel del puente, teme que ocurra una desgracia cuando llegue el invierno. 

“La lluvia se va a filtrar por las grietas que tiene el viaducto y eso irá socavando la tierra hasta que colapse. Estamos todos preocupados, porque si eso ocurre todas las familias que vivimos en la parte baja corremos peligro”, mencionó Tejena. 

Otro. En la ciudadela Divino Niño también hay otro puente que colapsó con las lluvias de febrero pasado y hasta la fecha no se lo repara. 

El Gobierno Provincial de Manabí anunció públicamente el compromiso de repararlo, pero nada se ha hecho hasta el momento. 

El viaducto cruzaba el río Muerto. Era uno de los principales accesos para la transportación pública. 

Desde la dirección municipal de Comunicación se informó que inspeccionarían el puente del barrio La Floresta para levantar un informe que permita establecer recursos para repararlo. Se aseguró que la obra se concretaría antes de culminar el año. 

Sobre el puente del Divino Niño, lo último que indicó la Prefectura es que estaba esperando los estudios y el proyecto por parte del cabildo para iniciar la obra.