El experto mencionó que es el litoral del país donde se ha probado que la temperatura del mar ha disminuido. Esto significa que “La Niña no es un factor que ayude a llover. Es probable que en estos meses las lluvias sean normales”, dijo, y añadió que puede extenderse hasta el mes de febrero.

Con este pronóstico concuerda Eduardo Zambrano, del área de Servicios Climáticos del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno El Niño, que tiene su oficina en Guayaquil.

El experto indicó que el fenómeno es “débil-moderado”. “Este es un evento de agua fría y lo que hace es que en la región ecuatorial las lluvias se retrasen un poco, al menos en la franja costera, un poco menos de lo normal y lo deja estable”, explicó Zambrano.

“Si el evento se acaba en febrero y marzo, que se lo conoce como un mes lluvioso, estaríamos hablando de una estación normal”, añadió.

Sector pesquero. José Conforme, pescador de San Mateo, en Manta, desconoce la posibilidad del fenómeno La Niña. 

Sin embargo, dijo que de ocurrir afectará a los peces de aguas calientes como el dorado, que en este momento existe en abundancia, que se mantendría hasta marzo. 

Conforme cree que el fenómeno sería positivo para los barcos sardineros que las  atraerá de las costas peruanas.

Históricamente en el  fenómeno La Niña, la costa peruana es privilegiada con la abundancia de peces, dijo.

Cecilia Pilligua, dueña de un barco, cree en cambio que la pesca de mayor valor comercial se verá afectada por el fenómeno, como es el atún,  bonito, dorado y otras especies que seguramente buscarán la profundidad del mar para protegerse de las bajas temperaturas en la superficie. No así el picudo que es una especie de aguas frías.  

Pedro Santos, pescador de Manta, mencionó que conoce que “La Niña genera oleajes y vientos fuertes, lo que se torna un peligro para la navegación y para los artes de pesca”.

En Portoviejo, los agricultores señalan que si las lluvias son normales, les beneficia por la cosecha.

Darwin Bravo, por ejemplo, está cosechando papaya, maracuyá y limón por lo que, aseguró, que el invierno sea normal es lo más conveniente para su cosecha.

Luis Quiroz se dedicó este año a sembrar maní y maíz. Aunque en el caso del maíz necesita más agua, refirió que es importante que se mantenga el invierno normal para no tener pérdidas.

“A inicios de año el invierno no fue malo y nos fue bien. Esperamos que sea así”, señaló.