Con mucha preocupación, los mantenses hemos visto cómo las playas han sido contaminadas a lo largo de los últimos años.
Culpamos a las industrias por todas sus descargas al mar, pero nos olvidamos del principal depredador de nuestros recursos naturales: el hombre, a quien con su mezquino interés económico no le importa destruir un bien común y un recurso no renovable con un equilibrio muy delicado, que en cualquier momento no podremos recuperar si llegase a perderse.