Carlos Solórzano, director del centro de rescate, explica que su especie ya se extinguió en la zona, y si “Manzanita” sale al bosque puede correr el riesgo de que los depredadores se la coman.

 

Reproducción. Solórzano menciona que aspira crear un proyecto para la reproducción de esta especie. Para ello, primero debe tener una base de otras especies para que sirvan de presas a los depredadores como tigrillos y pumas, que suele haber en el bosque protector Poza Honda.

El proyecto es a largo plazo y calcula que dure unos 10 años.

Solórzano revela que existen cuatro especies silvestres más que ya se extinguieron en la zona y también serán reproducidas, entre ellas están la pava de monte, la lora real, el guacamayo enano y el tucán. El venado rojo también está considerado en este proyecto.

 

Apoyo. Para mantener el centro de rescate mensualmente se requiere de unos 500 dólares.

Solórzano afirma que el 60% los cubre él, mientras que el resto es ayuda del Club Rotario Reales Tamarindos. El 50% de la alimentación para los animales es donada.

“Necesitamos bastante ayuda para la reparación de la casa del centro de rescate donde se alojan los voluntarios que llegan porque el techo ya no nos sirve”, menciona.

Jennifer González vive en Las Tabladas, cerca del refugio y tiene cinco meses como voluntaria. Ella ha aprendido a alimentar a los animales y les ha tomado un gran cariño, indica.

 

Acceso. El refugio se encuentra a unos 20 minutos en vehículo desde Alhajuela. También hay una vía desde San Plácido, pero ambas están en mal estado, por lo que en época de invierno los carros no pueden llegar al lugar.

Por ello, Solórzano, quien también es docente de la Universidad Técnica de Manabí, indica que aspiran a crear un nuevo refugio en Lodana para los animales que sean rescatados.