Las paredes de los locales son inflamables, no hay ruta de evacuación y tampoco hay acceso para el ingreso de ambulancias y motobombas, informó Sofonías Rezabala, jefe del Cuerpo de Bomberos.

También se confirmó que ninguno de los 1.800 negocios tenía permiso de funcionamiento emitido por los inspectores bomberiles. “Estos locales fueron hechos sin tomar en cuenta a los bomberos. Tampoco sabemos cómo están distribuidos los módulos, porque no nos entregaron los planos del centro comercial. Recién ahora vamos a dar las recomendaciones preventivas y también emitiremos una sanción drástica que será dada a conocer en una semana”, agregó Rezabala.

Él denunció que no tienen control del centro comercial, porque nunca les dieron la oportunidad para verificar las seguridades. 

El Nuevo Tarqui costó 12 millones de dólares, y estuvo a cargo del Comité de Reconstrucción a raíz del terremoto del 16 de abril  del 2016, que devastó el corazón comercial de Tarqui.

El incendio se produjo el domingo a las 15h40, en uno de los locales donde venden productos químicos para limpieza.

Mirella Vera se dedica a vender maní y es una de los 32 afectados. Ella perdió un molino eléctrico valorado en mil dólares, un saco de maní y dos tarros de salprieta. “Ahora no sé qué hacer, porque tengo que pagar una deuda de mil dólares en el banco”, expresó. 

La misma historia la vive Daniel Macías, quien perdió 4 mil dólares en más de 25 quintales de arroz, varios cartones de aceite y otros víveres como atún, sal, manteca, fideos, aliños y algunas cajas de mantequilla. 

En los 32 módulos funcionaban puestos de legumbres y abarrotes. 

Inspección. Ángel Moreira, inspector del Cuerpo de Bomberos, informó que aún no tiene confirmada la causa del incendio, pero presume que el fuego se originó a raíz de una reacción química entre el diluyente de un frasco de acetona y un esmalte de pintar uñas. “En el local donde se produjo el incendio venden químicos, pero la dueña  también se dedicaba a pintar uñas, y la reacción de aquellas sustancias generó la combustión que terminó en un incendio”, reveló el socorrista. 

Descarta la hipótesis de que el fuego haya ocurrido por un cortocircuito o recalentamiento de un algún artefacto. En los locales tampoco había deformaciones en los enchufes o daños en el sistema eléctrico.

Dos módulos quedaron consumidos por las llamas; doce fueron destruidos tras romper algunas paredes para apagar el incendio, y los otros 16 resultaron afectados por el humo. 

Rosa Arteaga, presidenta de la Asociación de Comerciantes Vencedores de Tarqui, manifestó que luego de flagelo hubo una inspección y verificaron que las paredes de los 32 locales estaban hechas con gypsum, cuyo material es inflamable. 

Ella manifestó que cuando el centro comercial estaba en construcción fue veedora y denunció que el material de los locales era de mala calidad, pero las autoridades les aseguraron que las paredes llevaban una  lana antiincendio. 

“Incluso nos hicieron una demostración donde le ubicaron combustible a aquella lana y el fuego no prendía, pero con este hecho hemos descubierto que no ubicaron aquel material. Nos sentimos impotentes porque nos mintieron”, dijo la comerciante. Aquella lana es un material fabricado a partir de la roca volcánica, y se utiliza  como protección contra el fuego en las edificaciones.

Sugerencia. El comerciante Julio César Cedeño cree que si el incendio se hubiese registrado en el corazón del Nuevo Tarqui la tragedia hubiese sido mayor, porque hasta allá no ingresan los vehículos. Por eso sugiere que una de las calles peatonales sea adecuada para permitir el acceso de los vehículos.

Mery Chong, administradora de la zona comercial, informó que esa sugerencia es analizada en el municipio para abrir una vía a la circulación de solo un vehículo. “Anteriormente teníamos una carretera en medio del centro comercial que era ancha, pero cuando se ubicaron los techos dejaron de entrar los carros”, agregó. Ella desconoce si los 32 locales están asegurados, porque la obra no ha sido entregada por el Comité de Reconstrucción al municipio. 

La funcionaria dijo que a todos los comerciantes les han exigido tener extintores, pero casi nadie los ha comprado. Reveló también que la desgracia no fue mayor porque el centro comercial tiene cables soterrados y de forma inmediata cortaron la energía para evitar cortocircuitos. 

Ayer las autoridades realizaron un recorrido para evaluar los daños, determinar el valor de las pérdidas y dar solución a los seis problemas.