Desde hace casi dos años, Jesús toma medicamentos tras sufrir una intoxicación severa ocasionada por el consumo de este tipo de alcohol.

El hombre recuerda que en febrero del 2016 dos de sus amigos y él se intoxicaron cuando bebían.

La debilidad en el cuerpo y la visión borrosa fueron los primeros síntomas que Jesús experimentó. Fue llevado de urgencia a una casa de salud, de donde lo derivaron al hospital Verdi Cevallos, en Portoviejo.

Los médicos confirmaron que se había intoxicado con alcohol adulterado.

Afirma que su visión se vio afectada y de a poco la está recuperando, pero ya no ha vuelto a consumir licor por recomendación médica y por lo que le sucedió. 

“Vi la muerte de cerca”, reflexiona.

 

>Especialista. Linda Loor, emergencióloga del hospital Verdi Cevallos, afirma que el alcohol metílico es muy tóxico para las personas, por lo que los pacientes ingresan al hospital en condiciones críticas.

“No hay cantidad adecuada porque el alcohol metílico es de uso industrial, no de consumo humano”, advierte, al señalar que este producto puede causar la muerte o dejar graves secuelas en las personas.

Entre esas secuelas están la ceguera, la insuficiencia renal y el daño pulmonar

Loor explica que el alcohol metílico, al ser consumido, se une a las células. Revela que en casos de intoxicaciones, utilizan como antídoto el alcohol etílico para que de cierta manera “compita con el alcohol malo y pueda unirse a las células y así desplazar al metílico,  para poder 

mejorar el estado del paciente”.

 

>Controles. Kléver Guerrero, comisario de Policía en Portoviejo, dice que la muerte de personas en Quito por ingerir alcohol adulterado es preocupante, por lo que recomienda no consumir licor sin registro sanitario.

“En la mayoría de los casos la venden en tiendas e incluso en casas”, indica.

Afirma que más de 6 mil litros de licor artesanal han sido decomisados en Portoviejo en lo que va del año.

“Se van a intensificar los operativos, los vamos a seguir haciendo. El Intendente ha sido muy claro que lo vamos a hacer a nivel provincial”, manifiesta Guerrero.

Tras la alerta generada la semana naterior, los operativos de control de expendio de licor artesanal se intensificaron en la provincia de Pichincha y hasta ayer cinco personas habían sido detenidas por vender esta bebida.

Además, 2.300 litros de licor han sido incautados, según informó ayer el Ministerio de Salud.

>Sanción. El artículo 216 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) indica que “la persona que altere, poniendo en riesgo la vida o la salud, materias o productos alimenticios o bebidas alcohólicas destinadas al consumo humano, será sancionada con pena privativa de libertad de tres a cinco años”.

A José Palma, productor de aguardiente del sitio Agua Fría de Junín, no le preocupan mucho los anuncios sobre operativos, pues asegura que la bebida que producen de manera artesanal es de buena calidad y la fabrican de acuerdo con los parámetros que determina el ARCSA.

“El problema actual es que se está dejando ingresar a la provincia alcohol proveniente de la Sierra, sin conocer si tiene garantía”, comenta.

Edison Cevallos es otro productor de guarapo de esta zona, y dice que los casos que se ven a nivel nacional por personas intoxicadas pueden perjudicar el comercio local.

Recuerda que hace varios años, tras un suceso similar, sus despachos a otras ciudades eran devueltos por los clientes.

Añade que al día producen unos 200 litros y recalca que tienen todos los permisos correspondientes.

José Cruz también expende el alcohol de sabores y dice que por ahora 

no han tenido inconvenientes.

En Portoviejo, Ángel Villigua expende este producto elaborado con varias frutas. Asegura que desde hace tres meses cuentan con el registro sanitario y todos los permisos. Villigua asegura que invirtieron unos 5 mil dólares en todos los trámites.

Se buscó la versión del coordinador zonal del ARCSA, pero se informó que estaba ocupado.