El detenido envió mensajes a su familia en los que supuestamente fingía su propio secuestro y aportaba fotografías en las que aparecía golpeado y con lesiones en el rostro, según informaron hoy fuentes del Cuerpo Nacional de Policía.
Los agentes españoles, alertados por la Interpol, activaron el protocolo en caso de secuestro, pero comprobaron que quien acudía a recoger el dinero del rescate era la supuesta víctima.
Las investigaciones comenzaron cuando los agentes tuvieron conocimiento de que varias personas habían denunciado en Argentina el posible secuestro de un pariente suyo en España, en concreto en la ciudad de León.
Los familiares afirmaron haber recibido mensajes a través de whatsapp con grabaciones de audio y fotografías de la víctima golpeada, así que decidieron efectuar varios pagos, que se cobraron en sucursales de correos de la ciudad.
Los parientes realizaron un nuevo abono, pero ya en colaboración con autoridades policiales y judiciales argentinas y controlado por agentes españoles vestidos de paisano.
Los investigadores comprobaron que la persona que acudía a recibir el dinero era la supuesta víctima, sin que tuviera ningún tipo de lesión visible.
Además, en ese mismo momento el hombre realizó una nueva llamada a los familiares para decirles que estaba sufriendo mucho.
La operación se saldó con el arresto del presunto delincuente, la intervención de un teléfono celular, 1.285 euros (unos 1.500 dólares) en efectivo y dos resguardos de una empresa de envío de dinero. EFE