Le es conveniente porque en cualquier momento puede presentársele un reclamo público, pues la situación continúa siendo precaria y las condiciones económicas no son para sostener por mucho tiempo la pasividad de los necesitados.
Si bien explicó que al país no lo recibió en mesa servida, al presidente Moreno ya no le valdrá mucho esta historia porque es su responsabilidad afrontarla para cambiarla.
Fue parte de su lema de campaña, apadrinado por quien aparentemente es ahora su mayor opositor y detractor, el expresidente Rafael Correa, de quien le conviene no parecerse, absteniéndose de mucha retórica y más acción.
Así, debe empezar a limitar sus intervenciones y meditar sus expresiones; concretarse a fortalecer su Gobierno, consciente que empiezan a surgir las inconformidades que pudieran debilitarlo en popularidad, credibilidad y confianza.
En la Asamblea discrepan con algunas medidas económicas, al igual que en el sector empresarial; y también está de por medio la consulta popular, referentes para los pasos a dar en procura de mantener el apoyo que requiere la aplicación de su programa de Gobierno.