Actualizado hace: 938 días 22 horas 25 minutos
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Una de las consecuencias graves que dejó el terremoto 16A fue la destrucción y posterior demolición del hospital Miguel H Alcívar, centro de salud que ha venido funcionando desde hace un poco más de 80 años y que en los últimos años estuvo localizado en edificio propio y construido para el efecto en Leonidas Plaza.
Anteriormente estuvo ubicado al final de las calles Malecón y Bolívar, el que resultó estrecho y llevó a las autoridades de salud a la construcción de uno nuevo en la vecina población.
Por esos daños del 16A, el hospital en referencia fue trasladado al barrio El Astillero, adaptándose los locales que utilizaron los militares mientras se construía el puente Los Caras. Hubo necesidad, eso sí, de instalar unos contenedores que hagan posible el facilitar un poco la atención médica a los pacientes de la zona norte manabita.
Lo cierto es que ha pasado más del tiempo suficiente para que el ministerio de Salud solucione este problema creado y que constituye una de las necesidades imperiosas que se requiere de urgencia por acá.
Por eso ha causado un poco de tranquilidad lo sucedido hace pocos días en el ministerio de Relaciones Exteriores, cuando la canciller Fernanda Espinoza firmó un convenio con el embajador de la República China, por medio del cual el gobierno de este país otorga un crédito especial para la construcción de los nuevos hospitales de Chone y de Bahía de Caráquez. Este acto fue atestiguado por importantes autoridades de carácter nacional y provincial.
En lo que tiene que ver con el Miguel H. Alcívar, el crédito a otorgarse es de 45 millones y medio de dólares, por lo que se espera que ese valor sea suficiente para la terminación de la obra, a más de los adicionales a financiar el Ministerio de Salud para el equipamiento del hospital, en tal forma que éste comience a funcionar con su carácter de regional.
Hasta aquí todo está bien, ya que lo que no se oficializa, ni local ni nacionalmente, es el lugar en donde se construiría el nuevo hospital, terreno que debe ser el mismo en el que funcionaba el afectado por el 16A, ya que por situaciones de una mejor atención zonal y local debe descartarse esa negativa posibilidad de llevarlo a un sitio lejano e inapropiado, como lo es aquel señalado por las autoridades y que motivó la generalización de las protestas ciudadanas he institucionales.
Adecúese debida y técnicamente el terreno donde estuvo antes del 16A y unámonos todos para que esta obra sea ejecutada pronto y con eficiencia, sin dilaciones y como parte del inicio de la verdadera y real reconstrucción y regeneración de Bahía de Caráquez. Porque lo poco que se ha hecho es casi nada con relación a lo que se merece esta ciudad tan afectada. Esta ciudad que es “Cuna de la nacionalidad ecuatoriana” y que, por el estado en que está, ahora sí “no tiene copia”.
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