Desde su vivienda, ubicada junto a la cabecera sur de la pista, vio el despegue y aterrizaje de las aeronaves, igual que durante el fenómeno El Niño del 97-98, cuando los deslizamientos bloquearon el paso a San Vicente y Bahía de Caráquez, y la única forma de llegar era por aire.

REALIDAD. Desde fuera del aeropuerto se puede observar avionetas estacionadas de empresarios de la zona norte. Nadie da información.

Se conoció que la pista, de 2.058 metros, está operativa a excepción de unos 300 metros, en la cabecera sur, donde hay fisuras causadas por el terremoto. 

La terminal cuenta con un sistema NDB de radio ayuda para aeronavegación las 24 horas. Seis personas laboran allí: una de tránsito aéreo, un meteorólogo, dos de seguridad, un chofer y un bombero. No se le ha dado mantenimiento desde hace años.

PEDIDO. Carlos Mendoza, exalcalde de Sucre, dijo que el Gobierno debe emprender en una reactivación efectiva, promocionar con el Ministerio de Turismo paquetes turísticos, charters, frecuencias desde Quito hasta Bahía, darle actividad. 

Vladir Villagrán, presidente de la Asociación de Hoteleros y vicepresidente de la Cámara de Comercio de Bahía de Caráquez, indicó que “ayudaría no solo a la parte turística, sino inmobiliaria. No es mucho pedir 4 millones de dólares para reactivar ese aeropuerto”.

MTOP. José Herrera, subsecretario regional del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), indicó que “está habilitado pero no tiene operación comercial, si tenemos alguna emergencia siempre hay personal de la Dirección de Aviación Civil (DAC)”.

Señaló que “ahora viene lo grave; honestamente no existe, no conocemos que haya presupuesto en la DAC; hasta el Gobierno anterior no había disposición de que se pueda arreglar el aeropuerto. Para el próximo año, el ministro ha hablado con la DAC para que considere dar algún mantenimiento, (aunque) no se puede tener un aeropuerto operativo para vuelos comerciales que no tenemos”.

Agregó que “desgraciadamente no es que vamos a dejar que se pierda nada, pero el mantenimiento tiene que ser menor, no podemos pensar en hacer un terminal nuevo hasta que no se vaya definiendo…”.

Sobre el pedido de los empresarios turísticos señaló que “todo eso es sustentable, pero realmente tiene que existir la necesidad o la justificación adecuada. Siempre tiene que existir la demanda de ese servicio y esa demanda se sustenta en números, en parámetros técnicos. Lo pueden decir, pero cuando hay que comprar pasaje nadie lo compra”.