Algunas selecciones eliminadas jugaron como si fueran a lograr el paso a la ronda siguiente, poniendo en la cancha garra y honor deportivo.
POR EL HONOR. Ese derroche por dejar en alto el nombre de sus cantones se vio reflejado en algunos partidos de la última jornada, entre ellos el que Jama derrotó en casa 3-1 a San Vicente, sacándolo del segundo lugar.
Antes del encuentro, Jama sólo había logrado un triunfo en nueve fechas, pero se despidieron con la frente en alto.
Lo mismo aconteció entre Rocafuerte y Olmedo por el grupo Cinco. Ganando, los locales accedían a la siguiente ronda, pero los olmedenses se llevaron el empate 1-1 como un trofeo a la honestidad deportiva.
Otro resultado con este mismo espíritu fue el que protagonizaron Pichincha y Junín, que terminó en un empate 1-1 y que a punto estuvo de eliminar a los locales, que se vieron favorecidos por otros resultados y clasificaron.
Junín solo jugó para cumplir con el calendario, pero en la cancha dejaron el esfuerzo para orgullo de la tierra de la panela.
Sin duda que el partido entre Portoviejo y Sucre por la serie Cuatro fue el más sufrido y el marcador terminó 4-3, resultado que les dio la clasificación a los locales.
Al final los jugadores de los dos equipos se dieron la mano en señal de respeto y reconocimiento al esfuerzo dejado en la cancha.
Otro partido en el que se reivindicó el honor fue el jugado por Puerto López y Jipijapa, éste último eliminado hizo pasar más de un susto al rival, que necesitaba ganar para clasificar, lo que ocurrió: 3-2.
La comisión organizadora se reunirá este jueves para analizar impugnaciones, previo al sorteo de los grupos, que está señalado para la próxima semana.
También se analizará el comportamiento de algunas barras que habrían vulnerado el reglamento del torneo.