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Familia vive con $120 al mes en Picoazá

Resulta difícil pensar que alguien viva con $3 diarios; sin embargo Rosa no tiene esa “suerte”, ella vive de la caridad de sus vecinos.

Viernes 22 Septiembre 2017 | 04:00

En Las Flores de Picoazá, situado en Portoviejo, pese a que el sofocante sol parece partir los techos de las viviendas, sus habitantes velan por los pobres. 
Las necesidades, según Rosa Vera, se encuentran a la vuelta de la esquina, y en su casa no es la excepción. La mujer de 74 años comparte techo junto a su sobrina Esperanza y sobreviven de la ayuda que les brindan.
Ella dice sentir la crisis económica. Sabe que la comida le llega después de las 11h00. Se entretiene viendo televisión con los vecinos, ya que el suyo se destruyó con el terremoto. “Cada día nos levantamos dando gracias a Dios y esperando que la paciencia de los vecinos no se termine jamás”, expresó.
Esperanza Vera, por su parte, dice que pasa parte del día en el balcón de la casa obsequiada por el Gobierno Provincial de Manabí (GPM). También visita a los vecinos para mirar la televisión y conversar, porque es la única forma de pasar el tiempo.
Y como buenas religiosas, las imágenes de santos están por todas partes, mientras una cama es improvisada como ropero y en el suelo de la cocina los platos decoran el panorama.
Rosa y Esperanza desayunan de vez en cuando. La merienda, en cambio, al igual que el almuerzo, llega por la voluntad de sus vecinos. “Espero que Dios les pague por toda la ayuda que nos han brindado”, dijo Esperanza.
Esfuerzo. En el sitio Las Flores también se encuentra Carmen Mera Pin. 
La insuficiencia renal que padece y las piernas hinchadas le impiden movilizarse; sus vecinos más cercanos hacen actividades para brindarle apoyo. Organizan bingos, rifas y hasta salen a pedir dinero de casa en casa para acceder a medicina a favor de Carmita.
La mencionada se encuentra en diálisis desde hace siete meses. Tiene seis hijos y su cónyuge Alberto Pin improvisó un negocio propio para poder llevar el pan a su casa. “El negocio entretiene y sirve para algo. Los fines de semana es cuando más se vende, pero aun así no alcanza”, indicó Alberto.
La familia Pin-Mera, con ocho miembros, tiene un ingreso mensual de 120 dólares, de los cuales al menos la mitad se dirige a recuperar la inversión. “Trato que la comida sea para mis hijos, yo soy adulto y puedo esperar cualquier cosita”, declaró Alberto Pin.  
Índice. Según el reporte de Pobreza y Desigualdad del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), la pobreza en Ecuador se redujo en 0,6 puntos hasta ubicarse en 23,1% en junio del 2017, frente al 23,7% del 2016.
En el sector rural, la pobreza pasó de 40,9% en el 2016 a 41% en el 2017, mientras que en el urbano bajó de 15,6% a 14,6%.
Según el mismo estudio, Manabí es considerada como un territorio heterogéneo, ya que tiene cantones que se encuentran en los quintiles (es decir distribución del ingreso de una población humana) del 2 al 5 de pobreza por consumo, es decir, de 18,3% a 90,9% de incidencia de pobreza, entre ellos Pedernales, San Vicente, Olmedo, entre otros.
A partir de la información difundida, se indica que a nivel cantonal existen 59 de los 221 cantones (es decir, 27% de los cantones) con una incidencia de pobreza por consumo superior al 50%, es decir, en estos cantones una de cada dos personas es pobre.
Parámetro. El INEC utiliza recomendaciones internacionales, con lo cual se comparan el ingreso per cápita del hogar con la línea de pobreza ($85,58) y la de pobreza extrema ($48,23). 
Las personas que tienen un ingreso per cápita menor que la línea de pobreza (85,58 dólares) son consideradas pobres y si es menor a la línea de pobreza extrema ($48,23) son considerados en situación de pobreza extrema.
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