El trueque es conocido como el primer mecanismo comercial, pero también es una evidencia de la reciprocidad que caracterizó a los pueblos originarios. 

 

¿Qué es? El trueque es el intercambio de objetos, prendas o cualquier producto o servicio. 

La condición es que no exista dinero de por medio. 

Hoy en la Plaza Cívica, junto al Mercado 9 de Octubre, en Cuenca, se realiza una feria de trueque. 

“Si se va a un mercado y no se tiene dinero, no se puede comprar porque todo tiene un precio establecido, se entrega la moneda y el comerciante le da el producto. Queremos ser un ejemplo para el mundo; dejar a un lado el sistema capitalista en el que si no tienes dinero no vales, no sirves y no puedes adquirir ningún producto. Nuestras raíces son nobles, y, sobre todo, somos solidarios”, asegura Manuela Merchán, quien participará activamente en esta feria.

En el evento los productores llevarán las semillas interculturales para compartirlas con los demás productores. “El objetivo es mantener estas frutas, hortalizas y verduras”, agrega Merchán.

Para Elvia Ponce, representante de la Mesa Provincial de Agroecología, el trueque fue el primer mecanismo comercial de los pueblos y nacionalidades, y funcionaba muy bien, hasta el punto que hoy se considere que no había hambre ni desnutrición durante tiempos prehispánicos porque todas las familias tenían sus chacras y compartían mutuamente lo que cosechaban.

 

Cosmovisión. Además, en la cosmovisión andina el que entrega más es quien recibirá más, y eso demuestra que es una persona con sabiduría y se gana el respeto del resto de la comunidad.

“Aunque cada vez valoramos menos el trueque, hay que tratar de mantenerlo vigente”, recalca Ponce mientras detalla que “nuestros ancestros iban con sus productos al mercado y los intercambiaban por los que a ellos les hacían falta para subsistir”. 

Las civilizaciones precolombinas de los Andes llevaban lo que cosechaban, como maíz, porotos, y lo intercambiaban por recursos naturales que se daban en la Costa, como algodón o algún otro producto.

Así fue como subsistieron los primeros pueblos del mundo. Los seres humanos se las ingeniaban para lograr conseguir los materiales que les hacían falta para vivir cómodos.

El artículo “Trueque: intercambio y valor, aproximaciones antropológicas y a un análisis”, hecho por Caroline Humphrey y Stephen Hugh-Jones en la revista FLACSO- Ecuador, asegura que el objetivo es definir el sistema de intercambio como una institución económica en sí misma, un modelo con características sociales propias y que ocupa un espacio moral específico. “No puede explicarse como negación o afirmación de otras instituciones económicas más reconocidas, sino que tiene dignidad de categoría económica, social y cultural por méritos propios”, señala un fragmento del documento.