Actualizado hace: 945 días 23 horas 4 minutos
Portoviejo.
Madrugada de miedo y dolor en San Pablo

Estábamos durmiendo. Sentimos una fuerte calentura en las paredes y luego la gente empezó a gritar “incendio”, “incendio”, “corran”, contó Mariana Mendoza.

Lunes 18 Septiembre 2017 | 04:00

Ella dijo que junto con sus familiares y solo con sus ropas de dormir salieron de su hogar antes de que las llamas se apoderaran de la vivienda. “Quisimos entrar a la casa a recuperar algo, pero el incendio era gigantesco. Empezaron a explotar los cilindros de gas y lo que hicimos fue correr para no salir heridos. Las cosas de las casas salían volando por la explosión y se escuchaba cómo caían en los techos de otras viviendas y en las calles”, relató la mujer.

Mariana dijo que su hermana Victoria es de la tercera edad y sufre de asma, por lo que el humo que inhaló durante el incendio afectó a su salud.
Descansaban. Según dijeron los moradores, el incendio empezó aproximadamente a las 05h45 de ayer, en una vivienda de madera y caña ubicada en el callejón Santa Mónica, de la parroquia San Pablo, detrás del sector Villas de los Choferes y luego el fuego se extendió a otras cinco casas adjuntas.
El ECU-911 informó que luego de ser alertados sobre la emergencia se desplegaron al lugar unos 25 bomberos, 3 motobombas y un carro cisterna, además de personal de la Policía y rescatistas de la Comisión de Tránsito.
El mayor Willian Mera, jefe del Cuerpo de Bomberos de Portoviejo, detalló que por aproximadamente una hora y media los rescatistas estuvieron luchando contra el fuego y evitando que se extendiera a más hogares.
“Tuvimos un daño en uno de los vehículos y esto retrasó un poco la labor, pero afortunadamente se pudo apagar el incendio”, dijo Mera.
Katherine Haro estudia veterinaria en la Universidad Técnica de Manabí (UTM), y habitaba en una de las casas quemadas.
“Yo estaba dormida. De pronto escuché que la gente gritaba “incendio”, incendio” y con mis familiares vimos la claridad y el fogaje que desplegaban las llamas y salimos corriendo de la casa”, relató Katherine.
Aseguró que intentó salvar parte de sus implementos de estudio, pero todo quedó reducido a cenizas en cuestión de minutos.
Por otra parte, Rosa Mendoza, quien vive cerca, al escuchar que la casa de su hermana se estaba quemando acudió al lugar para tratar de ayudar.
Ver todos los frutos del esfuerzo de su hermana devastados por las llamas fue demasiado para Rosa Mendoza. Ella sufrió una subida de la presión y se desmayó en el lugar, por lo que tuvo que ser auxiliada.
La ayuda. Al lugar del incendio después de los bomberos llegó Margarita Veintimilla, coordinadora zonal del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), junto con varios colaboradores.
Ella indicó que se encontraban realizando la recolección de la información de los afectados. “Como MIES estamos preocupados por esta situación y hemos venido a ayudar. Son aproximadamente 9 familias afectadas, conformadas por 29 personas en las que hay adultos mayores y niños. Por primera vez el MIES dará un bono de contingencia a familias afectadas por este tipo de tragedias”, explicó Margarita Veintimilla.
Mónica Vélez, presidenta de la parroquia San Pablo, indicó que horas más tarde también llegó al lugar del incendio el alcalde Agustín Casanova y personal del Gobierno Provincial.
“Varias instituciones han traído ayuda. A los afectados se les ha dado camas pequeñas, colchones, alimentos y otras cosas. Por el momento van a ser acogidos por vecinos y a otros se les van a dar carpas para que pasen la noche, ya que del municipio les prometieron entregarles un bono de arriendo”, dijo Vélez.
La tarde de ayer maquinaria trabajaba en la remoción de escombros en el lugar del incendio. De las casas de caña que allí estuvieron y que fueron afectadas por las llamas, solo quedó el terreno listo para ubicar las carpas.
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