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Rocafuerte.
Asegura que los duendes rondan 
Asegura que los duendes rondan
Lo que más le llamó la atención a Eloy Mendoza fue el intenso olor a palo santo que invadió el ambiente. Era de madrugada.
Domingo 23 Julio 2017 | 04:00
Luego miró y allí estaban, eran ocho seres, pequeños como niños de tres años, “tres de ellos tenían el pelo ‘mico’ y cinco el pelo negro”, dice. Uno de ellos lo miró fijamente y con el dedo índice le hacía señas para que se acercara. Eloy tampoco le quitaba la mirada de encima, pero no accedió al llamado y se fue, sin mirar hacia atrás.
Hasta ahora este agricultor y ganadero del sector quebrada de San Marco de Rocafuerte cree que esos seres eran duendes. Recuerda que también se destacaba en ellos el color verde y saltaban raudos.
Recuerdos. Cuenta que la aparición ocurrió durante el fenómeno El Niño de 1998. Narra a sus allegados que en ese tiempo tenía 42 años y, como ahora, llevaba a su ganado hasta el fondo de la quebrada San Marco.
Dice que luego de esa experiencia decidió recorrer más detalladamente la zona y encontró huecos profundos en la tierra y de vez en cuando escucha silbidos que está seguro no son de aves del lugar.
El hombre señala que no les teme, pues asegura que son tranquilos y no se muestran agresivos.
Agrega que en el invierno del año 2014 se repitió el encuentro. Se trataba de uno solo y lo vio durante cinco minutos. Tenía parecido con los que había visto en 1998, pero prefirió irse sin problemas.
Presentes. Para él, los duendes se pasean por la zona rural de Rocafuerte. Es más, cree que donde vive, en el sector Los Sauces de este cantón, merodean estos seres.
Dice que hay ocasiones en que en su casa suceden cosas extrañas, por ejemplo se pierden las cosas, artefactos del uso diario y todos aseguran que no los han tomado. Sin embargo, cuando han transcurrido varios días y todos han olvidado el percance las cosas regresan como si nunca hubiesen desaparecido.
El último incidente sucedió con la cédula de su esposa, menciona. Se perdió y luego apareció sobre la mesa.
Los perros. La experiencia con estos seres ha llevado a Eloy Mendoza a concluir que el único que los perturba es el perro, pero el de raza chola o mestiza.
Asevera que estos canes los perciben a metros de distancia y los persiguen intensamente, mientras que los perros de raza no se meten con ellos.
Por eso don Eloy tiene perros en su domicilio, los cuales no cesan de ladrar entre los montes cuando sienten la presencia de los duendes.
Este hombre insiste en que a los duendes no hay que temerles, pues asegura que no son agresivos y no pasan de ser juguetones ocultadores de objetos, pero él ya se acostumbró a su presencia.
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