Jennifer O. C., de 14 años, fue encontrada muerta dentro de una construcción abandonada en la cooperativa 9 de Diciembre, en Santo Domingo, a pocos metros de su casa.  

Su cuerpo estaba junto a varias prendas de vestir, dos monedas de diez centavos, dos fundas, su celular y su mochila. 

Jennifer vestía el uniforme de la unidad educativa en la que estudiaba.

El hallazgo ocurrió el lunes, aproximadamente a las 21h45, según la Policía.  

Las heridas que recibió la víctima se localizaban en el pecho.  

La menor fue encontrada por su padre, quien la trasladó hasta el hospital Gustavo Domínguez, lugar donde confirmaron su muerte.

Iba a estudiar. Según los familiares de Jennifer, ella salió el lunes al mediodía de su vivienda para ir al colegio. Todo normal hasta allí.

Sin embargo, a las 19h00, en vista de que la adolescente no regresaba a su domicilio, sus progenitores comenzaron a preocuparse y salieron a buscarla.

A las 21h15 la encontraron muerta.  

Los parientes de Jennifer comentaban entre ellos que una llamada telefónica los alertó sobre su paradero, pero esta información no fue confirmada por la Policía. 

William Ron, jefe encargado del Comando de Policía, comunicó que agentes de la Dinased acudieron al hospital Gustavo Domínguez “y constataron que la niña estaba sin vida”.

Luego los uniformados se trasladaron al sitio donde Jennifer fue encontrada.

“Ahí estaba el celular de ella y la mochila. Se supo que la chica tenía una relación con un menor de edad, a quien se lo entrevistó y está colaborando con la investigación. Él informó que a las 19h00 dejó a su novia cerca de su casa”, comunicó el oficial. 

“Se levantaron todos los indicios y se están realizando los exámenes pertinentes, posiblemente haya fluidos corporales”, afirmó Ron.

La institución del orden investiga si la menor fue violada. “No hubo robo. El celular será explorado e investigado para determinar quién fue la persona con la que la menor tuvo su último contacto”, puntualizó el jefe policial. 

Presentimiento. María P., abuela de Jennifer, llegó a los exteriores del centro forense, lugar al que fue trasladado el cadáver de su nieta.

Ella pidió a las autoridades que el crimen no quede en la impunidad.

María dijo que el lunes Jennifer no quería ir al colegio. “Como que presentía algo, quería quedarse en la casa”, indicó. 

La unidad educativa donde estudiaba la menor está ubicada en la avenida Río Toachi.