Es la triste historia de Ángela Espinoza, de 24 años, quien es viuda y tiene dos hijos.
El problema inició en diciembre del año pasado, dice su madre, Margarita Vélez, cuando salió de su casa con una amiga y regresó a su domicilio con golpes, maltratada e inconsciente.
Ellos viven en el recinto Procel Central, de la parroquia Campozano de Paján.
“Perdió todo tipo de movilidad y de vida normal, pasa inconsciente, como en las nubes”, dice su padre adoptivo, Manuel Briones.
Pero el problema no termina allí.
Sus familiares indican que necesitan ayuda, pues, según les han dicho, Ángela tiene un tumor en la cabeza, producto de los golpes recibidos, por lo que piden que la atienda un neurólogo y se le practique una tomografía.