Lo dijimos, Manta tiene un potencial innato, sorprendente, que solo requiere de una concientización a gran escala para lograr los objetivos de internacionalizarse, aprovechando a manos llenas no solo los feriados nacionales que son buenos para nuestra ciudad, pero no suficientes frente a lo que allá afuera el mundo actual brinda y promueve. 

El potencial de Manta siempre se ha caracterizado a través de la historia con épocas gloriosas, en que el sector privado ha sido el protagonista principal, pues los emprendimientos han costado esfuerzo, sudor y lágrimas, razón suficiente para elevar dichos logros a escalafones que hasta hoy muchos todavía son fortalezas que distingue y privilegia a nuestra ciudad marina,  que no se doblega ante las adversidades y que más han sopesado las creadas por la politiquería y demagogia que por la madre naturaleza. 

Manta, con instituciones sólidas y de prestigio, como la Cámara de Comercio, su sector hotelero impresionante, así como el sector Industrial e Inmobiliario, que junto al emprendimiento conque el mantense ha dado siempre lustre y orgullo a la ciudad, constituyen la llave para lograr que Manta se internacionalice, creando escenarios propios a partir de la creatividad que localmente podamos dar vida. 

Por ejemplo, un festival anual de cine, eventos culturales, gastronómicos y/o foros académicos y científicos de renombre, que capten la atención, primero de la región sudamericana posicionándola, toda vez que Manta es cuna de los mejores exponentes en cine y cultura; y en el exterior, hermanarnos con ciudades ya internacionalizadas y negociando franquicias reconocidas para que Manta sea sede anual de eventos de premiación del Top Ten en música y otras actividades, incluso en lo deportivo a lo que al tenis, náutica, etc se refiera. 

El universo de posibilidades es inmenso y por ende pensemos en el potencial que ello le generaría a nuestra ciudad. Pero no creamos que esto lo tengan que hacer otros o por ahí los demás; si así pensamos no lo vamos a conseguir. Esto es tarea conjunta de hoteleros, empresarios, gremios, intelectuales y de nuestros líderes políticos locales, recordando, solo como un ejemplo a seguir,  ciudades emblemáticas como Viña del Mar, Miami o Las Vegas, que se forjaron a partir de la creatividad de ser ellas dueñas de su propio espectáculo y hoy convertidas en capitales mundiales del juego de azar, turismo y eventos internacionales sin precedentes. 

¡Manta lo tiene hoy todo! Resta seguir en el camino que ya muchos ilustres han tomado la bandera, no solo para avanzar en esa tarea de emprendimientos sino de pensar diferente; diríamos que pensar en grande, porque de localismo ya tenemos 90 años.