Los alrededores de este y otros hoteles de primera junto a los mejores restaurantes merecían una presentación más citadina, para lo cual el Municipio amplió y regeneró la vía principal, como continuación de la avenida Flavio Reyes, incluidas las infaltables jardineras. 

La vegetación ya es obligatoria  en cualquier obra de ornato y es fundamental en la limpieza del ambiente. Pero mientras vemos que  la ampliación de la  Avenida 4 de Noviembre y el cambio a unidireccional es muy importante como ruta de salida fluida en caso de emergencia, resulta  incomprensible que se remuevan los árboles del parterre central pues el espacio no será suficiente para convertirlo en un carril. Serán reubicados, responden,  lo que no garantiza la supervivencia de esos seres vivientes con derechos otorgados por la Constitución. No es aceptable el argumento de que por los árboles asesinados -no es exagerado el término-  se planten otros tantos en otro lugar.

Incomprensible también si se compara lo ocurrido a inicios de la presente administración, cuando  las palmeras de una nueva avenida fueron removidas  para plantar árboles frondosos que, a más de purificadores del aire,  protegen del fuerte sol. La protesta de los vecinos originó la reimplantación.  

Biólogos y ecologistas defienden la diversidad de especies,  en mérito a ella deben sembrarse árboles frutales también. Colocar palmeras, recalcan, demuestra que buscamos copiar a Miami. Con  la reflexión de que  Manta es una ciudad marítima y que  las palmeras son la especie más adecuada para ciertas avenidas, hace algunos años, bajo la  influencia y la cooperación de miembros de la FAE,  en la vía de acceso al aeropuerto  se plantaron solo palmeras.

Y a todo esto, ¿qué dicen los técnicos del Ministerio del Ambiente o la Defensoría del Pueblo, que también debe velar por la naturaleza? ¿Esperamos que algún ciudadano, cualquier momento alegue que se ha vulnerado el derecho al ambiente sano o se corrige con tiempo cualquier obra que lleve más cemento que verdor?  Y que contradice también una frase que identifica al  país, “la vida en estado puro”, para promovernos ante países desarrollados.

Con el propósito de hacernos merecedores de dicho slogan, en los últimos diez años aún las gasolineras debieron implementar espacios verdes para mitigar  la contaminación.