Pérez cuenta que su jornada inicia a las 04h00, cuando se levanta en su natal Jipijapa a preparar los pasteles que venderá en el transcurso del día en Montecristi.
A las 06h00 inicia su recorrido, unos días en bicicleta otros en moto, pero a diario se moviliza hasta las principales calles de Montecristi, la parroquia Aníbal San Andrés y varios centros educativos.