Fuentes oficiales de Portovial indicaron que la calle Francisco Pacheco será bidireccional (doble sentido) para ayudar a descongestionar el tránsito.
Los trabajos han generado la inconformidad de conductores por la fila de carros y congestión que se forma en las horas pico.
El taxista Winter García dice que este cierre de calles impide una buena circulación y le perjudica en su trabajo. “Molesta bastante porque se supone que se necesita movilidad”, añade.
Luis Loor, dueño de Calzado Loor, ubicado en la calle Sucre entre Morales y Olmedo, considera un “atentado” los trabajos.
Comenta que él fue uno de los comerciantes afectados por el terremoto y asegura que se cambió a ese sector para trabajar de nuevo y generar ingresos.
Añade que por los trabajos en la zona su negocio ha sido perjudicado y no cuenta con más recursos para abrir su local en otro lugar.
Loor cree que las autoridades nacionales deben seguir apoyando al sector comercial duramente afectado por el terremoto porque, al menos en su caso, volver a abrir su negocio en el centro ha sido un esfuerzo “bárbaro”.
La obra contempla once manzanas y tiene una inversión de más de once millones de dólares.
Reacciones. Juri Ramírez, comerciante de la calle 18 de Octubre y Córdova, indica que su negocio es lo único que lleva el pan de cada día a su hogar. Anota que deben dejar pasos para que las personas puedan circular y poder comprar en los negocios.
Por su parte el ciudadano José Intriago dijo que los trabajos van a un buen ritmo y dice que los problemas que causan son molestos, pero necesarios.
“No importan tanto los trabajos, mientras se pueda pasar no habrá ningún problema”, dice Felipe Meza al salir de un trámite de BanEcuador, uno de los bancos cerca de las zonas a intervenir. Además agrega que el sábado por lo general no se hacen trámites.
En esa zona también está el Banco Pichincha y otras instituciones públicas.