"El detenido ha confesado más de 30 delitos cometidos en Kiev y otras ciudades, pero nosotros por ahora podemos probar solo 14 casos de atraco a punta de pistola", declaró el jefe de la Policía kievita, Andréi Krischenko.
El hombre, de 50 años, fue declarado en busca y captura hace más de año y medio, cuando ya se había hecho famoso por su peculiar forma de atracar.
Tras cada asalto, el delincuente regalaba a los empleados de las entidades bancarias "bombones o chocolatinas" para "indemnizarlos" por las molestias ocasionadas.
"Ese era su modus operandi", afirmó un portavoz policial, citado por medios ucranianos.
Según los investigadores, el atracador accedía a las sucursales ocultando su rostro detrás de unas gafas de sol y un gorro. En ocasiones se hacía pasar por cliente del banco.
Al ser interrogado tras su detención, el "dulce" atracador alegó que se dedicaba a "la expropiación de lo robado por otros" para invertirlo luego en proyectos benéficos así como gastar en "necesidades propias". EFE