Los cuerpos llegaron a las 03h00 de ayer a La Maná (Cotopaxi) desde  Naranjal.

El cadáver de Diego Véliz, a quien cariñosamente  le decían “Tico Tico”, fue llevado a su casa en la calle Pujilí, mientras que Javier Reyes, conocido como “Bicho”, fue llevado a la parroquia El Carmen de La Maná.

Último recorrido. Cerca de las 19h00 del domingo, Diego y Javier emprendieron un largo viaje en camión desde La Maná hasta Machala, donde entregaron madera, pero cuando retornaban a su hogar se accidentaron.

“No sabemos qué fue lo que pasó, mi sobrino (Diego Véliz) iba dormido en la litera del camión y su amigo Javier Reyes conducía. Al parecer, por una mala maniobra, el cansancio u otra razón, el chofer perdió el control del carro, dieron dos vueltas de campana y se chocaron contra otro vehículo muriendo los dos”, contó Luis Véliz, tío de “Tico Tico”.

“Otro de mis sobrinos, Edgar Véliz, quien venía en la misma ruta en un tráiler se percató del accidente y nos informó del hecho. El cuerpo de Diego estaba debajo del vehículo cubierto con una manta”, contó el familiar.

Su cuerpo será trasladado hoy en la mañana hasta la parroquia Nueva Unión de Valencia (Los Ríos) para ser sepultado.

“Estamos esperando la llegada de su madre desde Madrid (España)”, indicó.

“No sé cómo vamos a hacer para no extrañarlo”, decían familiares de Javier Reyes mientras observaban su cuerpo. 

El hombre, de 26 años, tenía planes de ponerse un negocio propio.

Desde hace más de diez años era chofer y hace dos años trabajaba junto con Diego Véliz.

“Ambos conducían, ellos se turnaban para manejar el carro, mientras uno descansaba el otro conducía”, comentó George Reyes. “Bicho” era padre de un niño de tres años.