Este sería el primer caso en la ciudad de una persona herida tras la explosión de una batería de teléfono. Era marca Samsung Galaxy J5.

La víctima cuenta que el equipo se estaba cargando  en la sala de la casa. Cuando completó la carga lo desconectó de la corriente y lo llevó hasta su habitación. En ese instante entró una llamada, y cuando se disponía a responder, el teléfono explotó. 

Acuña dice que así herido salió corriendo hasta la casa de su hermana, ubicada a un costado, para pedirle ayuda. Lo hizo casi a ciegas, ya que la explosión afectó sus ojos.  

Hoy utiliza gafas oscuras y gasas. Lo primero ayuda a disminuir afectaciones por impacto de los rayos solares, mientras que lo segundo sirve para cicatrizar las heridas, tanto en los contornos como en la parte interna de los ojos. 

Posibles razones.  Mario Delgado, quien repara celulares, indica que una explosión suele ocurrir cuando la batería tiene un exceso de energía acumulada producto de que se la cargó por mucho tiempo. Por ejemplo: cuando por la noche se deja cargando un celular hasta la mañana. 

Delgado explica que el tiempo máximo para cargar un celular es de dos horas. Al dejarlo conectado a la corriente desde la noche hasta la mañana (un promedio de seis horas), naturalmente se genera una acumulación excesiva de energía. 

En hechos como estos, agrega Delgado, lo que comúnmente ocurre es que la batería se empieza a inflar tanto que, en el peor de los casos, termina explotando, o deja de funcionar a corto tiempo.  

Delgado recomienda retirar la corriente del celular apenas se cumpla el 100 % de la carga. También que se lo haga con un cargador original, ya que los genéricos o universales no transfieren la suficiente energía y, paralelamente, contaminan la batería al riesgo de una explosión. 

Para comprobar cuándo una batería se está inflando hay un método: ubicarla en una superficie plana e intentar hacerla girar, si da vueltas constantemente ya es un aviso de que algo no está bien. Si gira poco (casi nada) es porque aún no tiene afectaciones. 

Pedro Delgado, docente de la Facultad de Informática de la Universidad Eloy Alfaro, revela también que la batería puede explotar cuando se calienta en exceso a causa del funcionamiento de programas o aplicaciones en el teléfono. 

Para estos casos, él recomendó descargar y abrir solo las aplicaciones necesarias. 

Aquellas que no se usan es mejor borrarlas para evitar que la memoria se llene, un efecto que contribuye de igual manera al recalentamiento, explica.    

Diagnóstico. De acuerdo a los resultados médicos, Acuña sufrió una “pérdida total del epitelio córneo” en el ojo izquierdo. Es decir, un tejido constituido por células que recubre la superficie externa del cuerpo y de ciertos órganos interiores. Además, tuvo quemaduras de segundo grado en los párpados superiores e inferiores, que comprometen el conducto lagrimal. 

Acuña indica que, según la información de los médicos dada a él, deberá usar lentes de por vida, sobre todo por el grave daño del ojo izquierdo, donde deberá usar una luna de mayor aumento y protección contra los rayos ultravioletas. 

La víctima afirma que ha gastado más de 1.500 dólares en atenciones médicas. Por ahora analiza demandar a la empresa Samsung por los daños sufridos de por vida. Afirma que el celular lo había comprado hace 15 meses en Tarqui.  

Otro caso. Hace un mes se reportó en la provincia de Santo Domingo otra víctima por la explosión de una batería de celular. Fue Stalin Rodríguez, de 20 años de edad, quien perdió cuatro dedos de su mano derecha.

La batería era de un celular Samsung J2. La víctima aún acude al hospital para curar sus heridas. 

El año pasado la empresa internacional Samsung paró la fabricación y venta del celular Galaxy Note 7, tras reportarse en varios países del mundo personas heridas por la explosión de ese equipo. En un reporte de la BBC Mundo se explica que las baterías de Samsung generan calor interno hasta producir compuestos que provocan que estallen.