“Cuando llueve es como pasar un río, a veces incluso no se puede pasar hasta la otra calle”, explicó Carlos Beltrán, taxista. 

El pésimo estado de un tramo de aproximadamente 50 metros de este acceso, ubicado frente a la Terminal Terrestre, empeora con el mal clima y genera malestar a conductores, transeúntes y comerciantes, según se conoció. 

 

Charcos.  Beatriz Mosquera tiene un pequeño negocio de carnes asadas con el que recorre  la ciudad, algunas veces ella trabaja en la calle César Fernández y asegura que el daño en esta arteria es de hace mucho tiempo y nunca se ha hecho nada por arreglar. 

Janeth Loor concuerda con Mosquera en que al sitio no se le ha dado mantenimiento. 

Loor vive por la zona hace más de cinco años, ella comparte su casa con un pequeño negocio. 

Miguel Guzmán frecuenta la zona hace más de ocho años, debido a que trabaja como conductor de transporte interprovincial. 

Guzmán dice que  “cuando llueve se hace como un  gra charco que ni los carros pueden circular, mucho menos se puede pasar caminando”. 

Al igual que el resto de comerciantes y moradores,  el hombre recomienda a la autoridad competente que se tome medidas al respecto ya que esta calle transversal  conecta a la avenida Esmeraldas y está casi en el centro de la ciudad. 

“Si no se puede lastrar pueden tirar material hasta mientras”, sugirieron los comerciantes.