El evento tuvo lugar recientemente en la sede de la Casa de la Cultura núcleo de Tungurahua, según reveló Jenny Ainaguano, coordinadora del colectivo Ayni (que significa solidaridad recíproca).

“Así como nosotros hemos aprendido conocimientos de ustedes, igual queremos que conozcan parte de nuestra ciencia, por esa razón por primera vez se celebra el Inti Raymi aquí en la Casa de la Cultura y queremos que así continúe por los siguientes años para entender la cosmovisión andina”, añadió.

Se comparte. Ainaguano agregó que esta celebración también se realiza en las zonas urbanas de las ciudades, porque es la fiesta de agradecimiento a la Pachamama (Madre Tierra) y al Taita Inti (Padre Sol) por la producción de los campos.

Por su parte Irene López, concejala de Ambato, resaltó el trabajo de los comuneros y de los campesinos para producir la tierra, que es lo que se agradece en la fiesta del Inti Raymi, por esa razón consideró que es importante compartir esta celebración.

Manifestó su deseo de que no sea la primera vez que se comparta esta fiesta ancestral entre pueblos indígenas con los habitantes de la ciudad, que aspira a que no se pierda para los siguientes años.

Antes de esta celebración, en donde también hubo música a cargo de grupos autóctonos de los pueblos indígenas, así como la repartición de la bebida sagrada (chicha de maíz), se realizó el ritual en donde se pidió permiso a los cuatro elementos sagrados (aire, fuego, tierra y agua).

Proceso educativo.  Asimismo, en la unidad educativa Cotaló, cantón Pelileo, también se realizó la celebración del Inti Raymi por los gestores culturales Oswaldo Huilcapi, Jesús Huilcapi y Catalina Huilcapi, como parte de un proceso educativo que tiene el propósito de compartir los saberes ancestrales con estudiantes, padres de familia, adultos mayores y docentes del plantel educativo.

Celebración. El Inti Raymi es una fiesta religiosa de la tradición incaica y andina en general con la que celebran la terminación de la cosecha y se daba gracias al Sol. 

Esta celebración ancestral aún se realiza en muchas comunidades indígenas de Ecuador y Perú, sobre todo con motivo del solsticio del 21 de junio, lo cual tiene un significado especial: a través de ella se reconoce al astro rey (inti) por bendecir y propiciar la fecundación de los sembríos para alimentarse.