“Llegará un momento en que no se pueda ingresar a la zona de regeneración”, agregó.

Opiniones. Enma Mera trabaja en el Gobierno Provincial y sostuvo que falta comunicación para conocer qué calles están cerradas y “si se piensa cerrar todo el perímetro, si es para acelerar los trabajos está bien, aunque será peor porque no hay vías alternativas”.

Mientras que Andrea Limongi, que labora en el edificio La Previsora, señaló que el desarrollo tiene complicaciones y hay que tener paciencia porque los trabajos son por el bien de Portoviejo. Indicó que cerrar todo es imposible porque congestionaría la zona, pero hay que coordinar siempre. En su caso afirmó que se entera del avance de la obra por las redes sociales y que hay un problema cultural porque los mismos conductores, a sabiendas de que no se puede avanzar rápido, hacen mal uso del pito. 

Responsabilidad. Otra preocupación ciudadana es que una vez terminada la regeneración, cuando empiece la reparación de edificios ingrese maquinaria pesada que dañe lo construido. 

Jean Paul Demera, administrador del contrato del municipio con el consorcio Nuevo Portoviejo (Ciudad Rodrigo y Moticonci), indicó que “la ciudad no puede esperar por la decisión de los propietarios a invertir”.

Recalcó que la capa de rodadura será de hormigón armado y en el caso de que se ocasione daños al área regenerada, el propietario del inmueble en reparación tendrá que reponer. 

Demera dijo que en la zona no quedan edificios por demoler, pero sí trabajos puntuales de reparación  de edificaciones que quedaron en pie. 

Respecto de las casas patrimoniales de la calle Bolívar, frente al parque central, que están apuntaladas, afirmó que “van a ser rehabilitadas en sus fachadas por el municipio” y minimizó el riesgo frente a las excavaciones que habrá que hacer, indicando que “el apuntalamiento está dirigido a evitar que vayan a colapsar”.